Cannabis: Creencia vs. Realidad

Andrea Mejías, Paula Bernabeu, Ester Gamarra, Víctor Marín y Pilar Troyano

Abstract

En este artículo se pretende acabar con la creencia popular de que el cannabis no conlleva consecuencias negativas en el organismo. Para esto, se hace una exposición de investigaciones realizadas previamente para explicar cómo se genera la adicción mediante el sistema de recompensa y, posteriormente, mostrar los efectos que puede producir el cannabis a largo plazo, tanto a nivel fisiológico como psicológico, teniendo en cuenta sus propiedades farmacocinéticas y el sistema endocannabinoide. Para que se cree una adicción es necesario asociar el cannabis a la sensación de placer que provocan sus efectos. Esto es posible ya que el THC, principal componente psicoactivo del cannabis, activa el sistema de recompensa, incrementando la liberación de dopamina en el núcleo accumbens. Además, su carácter lipófilo hace que se almacene en el tejido adiposo, haciendo así que su eliminación sea tardía. El THC interviene también en el sistema endocannabinoide estimulando los receptores CB1 y CB2. Un consumo crónico de esta sustancia puede traer consecuencias negativas tales como la aparición de trastornos mentales o la pérdida de capacidades cognitivas, que pueden llegar a ser irreversibles. Aún así, varios países han implementado un sistema de regulación del uso farmacéutico del cannabis.

1 comentario:

  1. Un trabajo directo, sencillo y entretenido para desmentir o afirmar muchos de los mitos que circulan en la sociedad con respecto al consumo del cannabis. El aumento de su uso entre jóvenes y no tan jóvenes ha llevado a especialistas como vosotras a interesarse por la sustancia en sí y las consecuencias que derivan de su consumo, y trabajos como estos son de muy de agradecer para la concienciación de los consumidores. El contenido que figura en el apartado desarrollo es de gran interés para entender lo más básico que se produce en el organismo de un consumidor cuando ha establecido un fuerte vínculo con la droga; todos tenemos amigos consumidores, y su comportamiento es de fácil comprensión gracias a la psicología. El que dice “la hora del porro” es porque identifica un momento del día con el consumo y el que trata de alejarse del cannabis no lo logrará con facilidad si sigue manteniendo los mismos hábitos. Por supuesto los consumidores se percatan de estos comportamientos, pero sólo desde un punto de vista científico se puede llegar a su entendimiento. Esto es algo que se explica con claridad en el trabajo. La naturaleza del humano nos lleva a la continua búsqueda de placer, y si para ello prescindimos de una droga va a resultar muy difícil deshacernos de ella.
    Atendiendo al apartado de absorción me viene a la cabeza un suceso cómico y a la vez reflexivo. Tres amigos (sólo uno de ellos era consumidor habitual de cannabis) se juntaron en la casa de uno con la intención de cocinar granos de maíz, mantequilla y marihuana (¡qué genial idea para un no consumidor!), y lo que sucedió fue lo siguiente: bastó con apenas medio gramo de marihuana para que después de 20 minutos de haberlo ingerido y no experimentar sensaciones anormales, comenzaran a producirse mareos, vómitos y locuras varias. Esto es algo que está muy bien explicado puesto que el consumo por la vía oral que mezcla la sustancia con productos grasosos puede aumentar la biodisponibilidad en un 90%.
    Un concepto que no me ha quedado muy claro es el de las funciones del sistema Endocannabico: ¿este sistema regula o altera las funciones de sueño, apetito, etc.? La creencia popular es la de que el cannabis te ayuda a dormir y provoca hambre, pero los consumidores habituales son conscientes de que su uso cotidiano provoca alteraciones en ambas funciones.
    Es merecedor de estudio la capacidad que tienen los jóvenes de asumir los beneficios terapéuticos que ofrece el cannabis, pero también de ignorar las amenazas a nuestro organismo que derivan de su consumo. La ciencia ha demostrado que para pacientes de quimioterapia es ventajoso su uso para reducir el dolor y sin embargo, menos atención se le ha prestado a la alta probabilidad de sufrir trastornos, pérdidas de memoria, síndrome de abstinencia…
    En mi ciudad existe una asociación sin ánimo de lucro llamada Ailaket! cuyo objetivo es contactar con jóvenes consumidores para concienciar a éstos sobre sus consecuencias. Parten de la premisa de que desde los inicios de la civilización se lleva consumiendo droga y su intención no es para nada instar a los usuarios a alejarse de ellas. Puesto que el uso de estas sustancias es ilegal y su consumo se centra en lonjas y locales privados, es ahí donde se presentan con materiales, panfletos y demás información totalmente gratuita que los jóvenes agradecen con ilusión. No sé cuál es la situación en otros territorios, pero la existencia de asociaciones de esta índole ofrece otra visión sobre las drogas que los usuarios no poseen.
    ¡FELICIDADES POR EL BUEN TRABAJO REALIZADO, A SEGUIR POR EL BUEN CAMINO!

    ResponderEliminar